Arriesgar: ganar o perder

(Esta frase la encontré a mi paso por Gijón, en el mirador, y no se el sentido que le dio su autor pero el mío es este)

 

"MI MUSICA, EL COLOR DE MI VIDA, MI NORMATIVA, MI PERDICIÓN"

La verdad pensé que esto no pasaría. Pensé que nadie iba a llegar de repente y poner mi vida del revés... no pensé en una nueva melodía, en una nueva canción en mi vida, mi nueva música... por que sin música la vida sería un error. No pensé en que de repente todo se iba a llenar de color, no en una nueva normativa, en una ley que guiase mis pensamientos y mis sonrisas y nunca, pero nunca, nunca, pensé que él pudiese llegar a ser mi perdición.

 

Y aquí en estoy yo, después de todo, pensando  ti, en que esto es el mundo al revés... Me acuerdo de cuando éramos niños y solíamos jugar a príncipes y princesas. ¿Y ahora que es esto? ¿Un juego? No... creo que no... esto es mas serio... ya no somos niños, ya no jugamos con nada que no sean los sentimientos y creo que lo nuestro esta siento jugar al azar. Creo que ambos esperamos a que el otro de el primer paso, diga el primer "te quiero" que empiece el cuento... y que todo vaya bien.

 

Puede sonar infantil todo esto y pensareis que quiero un "vivirán felices y comerán perdices", pero solo se que no se lo que quiero, no se si le quiero, por que en el fondo tengo miedo a quererle demasiado... y de perderle demasiado pronto. Por que si se que para jugar y para ganar hay que arriesgar, pero también se que a veces se arriesga demasiado y se pierde.

Ya no duele

Es la verdad, ahora se que es una tontería seguir pensando que eres indispensable para mi, que te quiero, aunque posiblemente esa sea la cruda realidad, pero no tiene sentido cuando ya lo he logrado, cuando ya he visto que he sido capaz de sobrevivir, de salir adelante y de ser feliz de una manera o otra. 

Ya no duele verte, igual que no duele y nunca dolió pensar que eres feliz sin mi, de hecho siempre te desee lo mejor del mundo... Pero no... no es dolor... si me importas pero ya no duelen los recuerdos, al menos no tanto, creo que una vez que las heridas empezaron a cicatrizar me hiciste fuerte, me hiciste madurar y que gracias a todo eso crecí como persona. No te guardo rencor, no puedo hacerlo, de hecho sigo pensando que te debo mucho, que no tengo manera de agradecerte muchas de las cosas que hiciste por mi, pero eso es todo. Solo es una sensación rara cuando pienso en que no te tengo cuando te necesito, en que no estas ahí para apoyarme, en que yo hubiese sido feliz contigo, en que tu eras lo que quería para mi.

Ahora eres, como muchos otros pero al mismo tiempo como solo tu pudiste hacer mella en mi, un punto en mi vida que me marcara eternamente, pero un punto y a parte al fin y al cabo que pertenece a un pasado del que no me arrepiento por que fue parte de mi y una parte bonita... esa fue mi historia. No te voy a negar que seguirás ahí, que quizá nunca olvide tu nombre o tu voz o muchas de las cosas que dejaste en mi pero creo que es el momento de cerrar este capitulo y abrir otro con nuevos personajes, con nuevas historias.. aunque siempre con los recuerdos que tanto me hicieron aprender. Ahora toca pensar en un presente en el que tu no estas y en un futuro del que no formarás parte.

Laredo (Cantabria)

Otro lugar que deberíamos marcar como lugar oficial de vacaciones al menos una vez en la vida es Laredo, un pueblecito costero de Cantabria que, aunque igual el resto del año se queda vacío ya que es un lugar principalmente vacacional,  en verano es un hervidero de gente en el que no para de llegar oleadas de personas a disfrutar de sus encantos.

Y es que a parte de numerosos locales de alterne que animan las noches, tiene un casto antiguo precioso, unos acantilados que quitan el hipo y muchas actividades para hacer: campings, centro de hípica, paseos en quads, senderos por el bosque y un puerto del que salen cada poco ferris que te llevan hasta Santoña, lugar que seguro que también os encantaría. Pero el mayor atractivo de este lugar es su costa: una playa ancha y kilométrica perfecta para pasear, tumbarse al sol, jugar, bañarse...

Gijón

En este viaje que emprendí hará algo mas de un mes hubo otro lugar asturiano que me pareció uno de los mas hermosos que había visto nunca y es que sus ciudades y sus gentes me llegaron a lo mas hondo: Gijón

A pesar de ese clima asturiano, que tanto comparan con el gallego y tan poco se le parece y de que el cielo estuviese cubierto me pareció un precioso lugar para unas vacaciones de verano... y de invierno y primavera y para vivir si fuese necesario.

Sus callejuelas, el centro, las zonas verdes que se extienden y le dan vida a ese paisaje de ensueño pero sobretodo me enamoro el paseo marítimo largo que se extendía hasta que parecía no tener fin: la brisa acariciando tu cara, ver las olas ir y venir, a los surferos con las tablas, a los mas valientes dándose un chapuzón, poco a poco ves como el cielo oscurece, las farolas empiezan a encenderse insuflando nueva vida y a tus espaldas la ciudad se ilumina. El mirador fue otro lugar que para mi lleno aquello de encanto. Desde él se veía todo aquel parque de hierba verde que te tienta a descalzarte, el mar, un poco bravo aquel día, rompe contra los acantilados, rocas y playas y a lo lejos ves un Gijón que tiene mucho que ofrecerte.